Maria Hilda Carmona

Life of Maria Hilda Carmona

**Birth:** October 8, 1938
**Death:** October 4, 2024
**Place of Birth:** Villa Altagracia, Dominican Republic

María Hilda Carmona was born to Segundo Guardáramos De Jesús and Maximina Carmona Figueroa. She grew up in a family that included her blood brother, Ovidio Figueroa, and five half-siblings from her father. Her early life was marked by her dedication to education, as she worked as a primary school teacher.

María became a self-made woman, navigating the challenges of single motherhood with grace and determination. She had five children: César T. Carmona, Zacarías Carmona, Diego A. Carmona, Diego R. Carmona, and Roberto Carmona. Driven by the desire to provide a better life for her family, she embarked on journeys abroad to the Virgin Islands. After a few years, she headed to Europe, specifically Italy. Where she learned about land and property ownership, becoming a successful owner for the rest of her life. She then returned to bring two of her children, César and Diego A. (Jafre), with her. After 10 months, she sent her eldest son, César, to the United States to initiate the process of relocating her family to that country, where the Carmona family currently resides—a dream she always had.

In the late 1980s, María emigrated to Puerto Rico, motivated by her belief that family should take care of one another. This philosophy guided her as she worked tirelessly to reunite her family. It later led her to the Bronx in New York City in the mid-1990s, where she was able to bring two more of her children, Diego A. (Jafre) and Diego R. (Mimo), followed by six of her grandchildren: Diego S., Jeral, Hilda Johaima, D. Leonel, D. Joel, and D. Gabriel, in the early 2000s. She also played a vital role in raising two of her granddaughters, Euris (Yomi) and Zaridania (Yei), daughters of Zacarías, embodying the spirit of family and unity.

Throughout her life, María maintained an unwavering spirit, finding joy in music, good food, and celebrations with her loved ones. Festivities were particularly important to her, providing precious moments to gather with family and friends. Her legacy is one of perseverance, passion, and hard work, demonstrating that a determined heart can change the course of life.

María faced the loss of several family members throughout her life, including her grandson César Arturo Carmona, her mother in July 1963, her father on November 9, 2006, and Zacarías's father, Carlos L. Feliz Mota, who passed away on January 16, 1960. She also mourned the loss of the father of Diego A. (Jafre) and Diego R. (Mimo), Diego S. Montalmo.

Surrounded by love, María Hilda Carmona leaves behind a large family, including 20 grandchildren and 36 great-grandchildren, who continue her legacy of strength, resilience, and the importance of family bonds.

Maria's care and travel arrangements are being thoughtfully managed by Solosy Funeral Home.

Maria will be laid to rest in the Dominican Republic.

Vida de María Hilda Carmona
**Nacimiento:** 8 de octubre de 1938 **Fallecimiento:** 4 de octubre de 2024
**Lugar de Nacimiento:** Villa Altagracia, República Dominicana

María Hilda Carmona nació de Segundo Guardáramos De Jesús y Maximina Carmona Figueroa. Creció en una familia que incluía a su hermano de sangre, Ovidio Figueroa, y cinco medios hermanos por parte de su padre. Su vida temprana estuvo marcada por su dedicación a la educación, ya que trabajó como maestra de escuela primaria, nutriendo jóvenes mentes y sentando las bases para sus futuros esfuerzos.

María se convirtió en una mujer hecha a sí misma, navegando los desafíos de la maternidad soltera con gracia y determinación. Tuvo cinco hijos: César T. Carmona, Zacarías Carmona, Diego A. Carmona, Diego R. Carmona y Roberto Carmona. Impulsada por el deseo de ofrecer una vida mejor a su familia, inició sus viajes al exterior hacia las Islas Vírgenes. Después de algunos años, emprendió rumbo a Europa, específicamente a Italia. Donde aprendió sobre la propiedad de tierras y bienes, convirtiéndose en una exitosa propietaria por el resto de su vida.

Posteriormente, regresó para llevar consigo a dos de sus hijos, César y Diego A. (Jafre). Desde allí, luego de 10 meses, envió a su hijo mayor, César, hacia Estados Unidos para iniciar el proceso de traslado de su familia hacia dicho país, donde actualmente reside este núcleo de la familia Carmona, un sueño que siempre tuvo. A finales de la década de 1980, María emigró a Puerto Rico, motivada por su creencia de que la familia debe cuidarse mutuamente. Esta filosofía la guió mientras trabajaba incansablemente para reunir a su familia. Luego la guió a la Ciudad del Bronx en Nueva York, a mediados de la década de 1990, donde pudo traer dos más de sus hijos Diego A. (Jafre) y Diego R. (Mimo), seguido por seis de sus nietos Diego S., Jeral, Hilda Johaima, D. Leonel, D. Joel and D. Gabriel, a principios de los 2000. También desempeñó un papel vital en la crianza de dos de sus nietas, Euris (Yomi) y Zaridania (Yei) hijas de Zacarías encarnando el espíritu de la familia y la unidad.

A lo largo de su vida, María mantuvo un espíritu inquebrantable, encontrando alegría en la música, la buena comida y las celebraciones con sus seres queridos. Las festividades eran especialmente importantes para ella, brindando momentos preciados para reunirse con familiares y amigos. Su legado es uno de perseverancia, pasión y arduo trabajo, demostrando que un corazón decidido puede cambiar el rumbo de la vida.

María enfrentó la pérdida de varios miembros de su familia a lo largo de su vida, incluyendo a su nieto César Arturo Carmona, su madre en julio de 1963, su padre el 9 de noviembre de 2006, y el padre de Zacarías, Carlos L. Feliz Mota, quien falleció el 16 de enero de 1960. También lloró la pérdida del padre de Diego A. (Jafre) y Diego R. (Mimo), Diego S. Montalmo. Rodeada de amor, María Hilda Carmona deja atrás una gran familia, incluyendo 20 nietos y 36 bisnietos, quienes continúan su legado de fuerza, resiliencia y la importancia de los lazos familiares.

Los cuidados y arreglos de viaje de María están siendo gestionados con esmero por la Funeraria Solosy.

María será sepultada en la República Dominicana.